Consultora | Jimena P. Ebert

El cambio de observador, en las organizaciones.

Nos encontramos muchas veces hablando sobre la la era del talento, de las personas como centro, y promovedor del cambio…

 Las nuevas tendencias en los espacios de oficinas compartidas han reforzado la idea de que la oficina somos las personas, alli donde tú estás y ya no es un espacio asignado y fijo donde trabajar.

Los teléfonos, y dispositivos portátiles han sido responsables de este cambio, sumado al confinamiento, ha cambiado el sentimiento de un espacio fijo asignado.

Y se vuelve inevitable replantearnos que pasa con el Observador?

El cambio de observador es una de las herramientas de coaching más potentes y es fundamental incorporarlo a los nuevos espacios de trabajo.

El observador que cada uno de nosotros es, define una nueva posición en cada nuevo objetivo de cambio, suponiendo una resistencia o una nueva transformación.

“No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos”

Es por ello que quiero traer hoy la reflexión de estos 3 pilares base para la construcción del cambio en la organización, ya no enfocado 100% en la productividad, sino buscando la persona como centro.

personas, procesos y espacio.

– Las personas, es impensable no considerar a las personas como eje principal de transformación.

Cada uno tendrá su propio observador, sus propias creencias y juicios limitantes con relación a la gestión y el quehacer diario.

  Las personas son uno de los principales promovedores u obstáculos a la hora de incorporar nuevas distinciones.

Será fundamental el trabajo de campo previo, que “coseche” aquellos atributos que son importantes para el equipo.

– Los procesos, Porque una organización sin procesos… se traduce en caos, falta de comunicación, desorden. Los procesos permiten tomar decisiones acetadas, manejar la información para anticiparse, y entender las oportunidades del negocio.

– El lugar de trabajo, Debe dar soluciones apropiadas, ser un facilitador que contribuya a la mejora del clima, colaborar y reforzar el sentimiento de pertenencia, apropiándose de la cultura y valores de la organización.

Bien instrumentado; será un factor que propicie la colaboración, y la cooperación.

Para los procesos de transformación, el cambio de observador es una oportunidad de pararse en una mirada diferente, que promueva el bienestar, valores de empresa y orgullo de pertenencia.

Una mirada inclusiva y reveladora de aquello que, desde mi Modelo de Mundo, no soy capaz de ver, oir, ni sentir…

Jime

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